La grabación de una conversación de 10 minutos es suficiente para entender muchas cosas. En este caso, la charla que mantuvieron el policía Matías Luna y Miguel “Miguelón” Figueroa en noviembre de 2022. Ese fue el tiempo que tardó el acusado para hablar sobre su participación en tres crímenes, los vínculos que tenía con policías, su relación con el tráfico de drogas y el interés que mostró para que su pareja en la clandestinidad sea desvinculada de un expediente judicial.
El contexto de esta charla es el siguiente. “Miguelón” estaba prófugo por el crimen de Gabriel Amaya y Leonardo Sepúlveda (registrado el 15 de diciembre de 2020 y por el que está siendo juzgado) y por el de Ramiro Ledesma (ocurrido el 13 de marzo) por el que afrontará un tribunal, junto a su ex pareja, Jimena Fernández, a partir del 26 de febrero. La conversación fue grabada por un efectivo de la ex División de Homicidios después de acordar una segunda charla. Este es el extracto completo del audio:
- Policia: ¿Qué hay,amigo?
- Miguel Figueroa: ¿Cómo anda?
- P: Bien… ¿Y usted?
- MF: Aquí andamos… ¿No has podido hablar nada con la gente?
- P: No. Ahora estoy por ir a la base. Si entro a laburar a la tarde…
- MF: Y ahí preguntale qué es lo que dicen…
- P: ¿Vos te querés entregar si es que la liberan a la Jimena? ¿Eso es lo que me decís?
- MF: Claro…
- P: ¿Vos querés que le den la domiciliaria o que la saquen de la causa?
- MF: Y es que no tiene nada que ver en la causa. Yo no sé quién la habrá investigau (sic), pero está todo inventado eso.
- P: Pero es como te digo, nosotros no vamos a la intervención (a la escena del crimen)… Nosotros vemos el tema prófugos, digamos…
- MF: No, no… Lo que han hecho mal las cosas son los del Ministerio Público Fiscal… Son ellos. Se han llevado de las mentiras que ha dicho el testigo.
- P: ¿Vos lo ubicás al testigo?
- MF: Claro, es el que está en la causa.
- P: Claro, pero yo de la causa no sé mucho. Por eso te decía que ya la iba a leer, la iba a ver bien a ver qué onda…
- MF: Rodrigo Soria se llama el testigo.
- P: Sí… Podríamos hablar con el fiscal y la fiscalía y todo eso… Pero si vos no me garantizás que vas a estar, no sé si me van a aceptar o me van a creer
- MF: Claro, pero para que eso pase, ellos tienen que “voltear” que la Jimena estuvo ahí. En realidad, ella no estuvo allí. Ese es el problema.
- P: Y sí…
- MF: Que yo le haya quitado el teléfono y que yo le haya mandado un mensaje (a Ledesma) es una cosa. ¿Para qué va ir ella a apuntarle al vago? ¿Entendés?
- P: Y sí…
- MF: Como te digo, eso lo hicieron a las apuradas y porque yo quise que lo pongan al vago ese, lo terminaron pusiendo (sic).
- P: Como te digo, amigo…
- MF: Y ahí, como te digo, fue la pagada a la seccional 10ª para que digan que fue ese Ínigo (Alexis “El Sucio)
- P: ¿El Íñigo es el rengo ese que anda con muletas?
- MF: Claro, ese que está preso. El vago ese no tiene nada que ver.
- P: Como te digo, amigo, nosotros podemos hablar con la fiscalía para decirle que te vas a entregar, pero al menos te tenemos que tener a la vista o cerca o algo para que nos crean. Para qué te voy a mentir. Para qué te voy a decir algo que no es…
- MF: Más vale.
- P: Eso es lo que te puedo decir… Ir, hablar y preguntar… Ver qué podemos hacer.
- MF: Y sí… Si no es ahora, será mañana, le darán (el arresto domiciliario por estar embarazada). Quieran o no la van a mandar a la casa.
- P: Y sí. El tema es que te buscan a vos…
- MF: El tema es que tampoco la van a estar cuidando todo el día. Si vos y yo sabemos cómo se manejan ahí. Si quiero me entrego hoy y mañana saldrá en el diario que después de una profunda investigación de un año me atraparon. Que me venían siguiendo de Bolivia. Nunca van a decir que lo entregó el vecino.
- P: Y sí a mí no me van a dar nada porque te entregue a vos. Es más, yo quiero que te entregués para que termine todo esto, pueda estar más tranquilo y tengamos menos laburo…
- MF: Pero hay que hacer lo que yo te digo. Es fácil. La tienen que sacar a la Jimena de la causa y listo.
- P: Pero no es tan fácil… Como te digo. Hay cosas que no podemos hablar
- MF: Es fácil meterla en la causa sin saber.
- P: Y sí. Como te digo, podemos hablar con el Ministerio Público Fiscal para ver qué podemos hacer. Vos sabés que nosotros no laburamos la causa. Eso es lo que te puedo decir. No te voy a estar mintiendo ni empavurando. No es la idea…
- MF: Claro. Te acordás ese día (silencio)… Yo tampoco te quiero mentir ni nada, pero si no la mandan a la Jimena no me voy a entregar directamente.
- P: Sí te entiendo por el tema ese…
- MF: Es más, cuando le pegan a “Maxi” Limdón y al otro… (NdlaR: se refiere a lo que se conoce como “La masacre de La Porotiada”) Ese he sido yo. Te lo digo así para que no busquen más.
- P: ¿De qué bronca es?
- MF: De la que han matado a mi hermano. Sabés cuándo me voy a entregar si es que no la largan a la Jimena... Cuando boleteemos (sic) a cuatro que nos faltan. Después para enero o febrero recién me voy a entregar.
- P: Y bueno…
- MF: Pero primero me voy a cargar a cuatro que mataron a mi hermano.
- P: Yo sólo me puedo hacer cargo de lo que hablamos de la Jimena.
- MF: Me hago cargo de todo lo que me acusan y todo. Yo soy. No de lo que la acusaron a ella.
- P: Una vez nos dijeron que andabas en El Cadillal por el tema de los celulares. No fuimos porque no sabíamos dónde era la casa…
- MF: Sí, yo sé quién habló. Si ustedes tienen gente que se vende por monedas.
- P: Vos sabés cómo es esto, amigo.
- MF: ¿Sabés dónde sé que también han averiguado las cosas? En el barrio El Sol, de esos cu… que venden droga. El gil ese ha batido a la cana.
- P: Creo que lo mejor es que te entregués… Busquemos todos las formas y lo saquemos por el lado bueno.
- MF: Claro. Pero no es tan fácil así. ¿Sabés cómo es la única forma que se acabe todo? Que la familia de ellos diga que la Jimena no ha andado. Si ellos saben bien cómo han agarrado a tiros los vehículos. Se mete gente que nada que ver… El celular del vaguito nunca lo encontraron porque tenían fotos con los Toro (Ndlr: clan sospechado de manejar una red de narcomenudeo en Villa 9 de Julio); una banda de giladas tenía.
-P: ¿Vos lo ubicás a ese Nones que vende teléfonos en Villa Amalia?
- MF: No. Yo compro todos los teléfonos nuevos. Todos cero, ningún usado. Después de hablar con vos, lo tiro y ahí nomás activo otro. Pongo un número boliviano, lo “ando” con wifi y ahí utilizo WhatsApp nomás. O sea que vos para intervenir la línea, tenés que intervenir una línea boliviana.
- P: ¿Y ese “Toto” es gente tuya o nada que ver?
- MF: No, yo no ando con nadie. Yo solo soy. Yo no compro droga, yo la robo. Todo el mundo lo sabe.
- P: ¿Cómo vamos a hacer si vas a cambiar el número? ¿Me vas a llamar vos?
- MF: Vos decime cuando tengas el “coso” (Ndelar: la respuesta de su propuesta), yo te voy a llamar.
- P: Dame dos días por lo menos para que no te ande chamullando ni nada…
- MF: Bueno. Vos el otro día le preguntaste al vago del frente de la casa de “Petu” también por mí queno (sic).
- P: ¿Quién es “Petu”?
- MF: Un sucio que vive ahí en barrio El Sol…
- P: El equipo mío por lo menos no… No sé de otra gente…
- MF: Ahhh…
- P: Ojo, no vas a creer que somos los únicos que te estamos buscando…
Se interrumpe la comunicación por falta de conexión.
P: ¿Me has escuchado?
- MF: (después de un silencio) Ya no hay señal acá.
P: ¿Me escuchás ahí? Amigo… Me ha cortado.
Estrategia: el acusado y su defensor buscaron desacreditar la prueba
Miguel “Miguelón” Figueroa escuchó atentamente la declaración del policía Matías Luna y la posterior reproducción del audio durante el debate. El acusado, que por momentos se reía y negaba los dichos del uniformado moviendo su cabeza y en otros, le hacía observaciones a su defensor Macario Santamarina, rompió el silencio en el primer cuarto intermedio que se hizo después de que se oficializara la grabación como prueba. “Ese es el policía que me sacó $5 millones para dejarme en libertad”, dijo el imputado. “Miguelón” ya había denunciado que efectivos, después de haberlo detenido junto a su pareja en esos tiempos, Jimena Fernández, lo trasladaron hasta un lugar que no informó hasta que entregó ese dinero.
Santamarina, como lo viene haciendo desde que se instruía la causa, insistió en la exclusión probatoria de la grabación. “Hay que ser claros: se necesita una orden judicial para escuchar o grabar las conversaciones de un sospechoso. Aquí eso no ocurrió y se violaron los derechos de la intimidad. Escuchar o grabar sin el permiso de un juez es inconstitucional”, indicó.
El fiscal Carlos Sale, las querellantes Claudia Longo y Teresita Mendilaharzu y el representante del Defensor de la Niñez Rubén Barquet (participa en el proceso como representante del niño herido en el ataque) rechazaron ese planteo. Destacaron que la grabación fue espontánea y que el audio fue utilizado para ratificar los dichos de Luna. El tribunal les dio la razón a los acusadores y el defensor utilizará este detalle en una posible apelación.
En el juicio pasaron tres peritos que señalaron la autenticidad de la grabación. El ingeniero del ECIF Rafael Marranzino confirmó que el archivo del audio no fue modificado. El cabo de la Policía Federal Pablo Merino coincidió con su par tucumano y explicó el método que utilizó para seleccionar partes del audio. Por último, el fonoaudiólogo de la misma fuerza Esteban Duberti dijo que la voz que aparecí< en la grabación era la de “Miguelón”.
Efecto colateral: el polémico audio, la carta ganadora para la acusada del homicidio de Ramiro
Ramiro Ledesma fue asesinado el 13 de marzo de 2021 en Villa 9 de Julio. Según la investigación del fiscal Ignacio López Bustos, Jimena Fernández, a través de mensajes de WhatsApp, citó a la víctima para tener un encuentro romántico. A la hora y lugar señalado, se presentaron Miguel “Miguelón” Figueroa, la joven y Alexis “El Sucio” Íñigo y atacaron al joven de 18 años.
El Ministerio Público diferenció cuáles eran los roles de cada uno de ellos en el homicidio: Figueroa conducía el auto; Fernández fue la autora de los mensajes para citar a Ledesma; e Íñigo, el autor material del crimen. En el audio dado a conocer, “Miguelón” niega su participación en el homicidio y aclara que los otros dos acusados tampoco fueron los autores.
El de Íñigo es un caso particular. El año pasado fue condenado a prisión perpetua, pero fue absuelto por un tribunal de Impugnación. El caso llegó a la Corte Suprema de Justicia de la provincia que anuló la última sentencia y ordenó que se hiciera un nuevo juicio en su contra. Figueroa también pretendió que su ex pareja quedara involucrada en la causa.
En la grabación señaló claramente que él le había quitado el celular a Fernández para enviar los mensajes a Ledesma, lo que se supone un alivio procesal para la imputada. Y está en dudas, porque habrá que esperar si sostiene sus dichos en el juicio que se iniciará el 26 de febrero.
“Nuestra defendida nunca estuvo en el lugar de los hechos, ni tuvo participación alguna en el homicidio de Ledesma. La llamada de ‘Miguelón’ es prueba de ello. Lamentablemente la quieren involucrar por haber sido su pareja. En el juicio vamos a demostrar que no intervino”, señalaron sus defensores, Florencia Abdala y Camilo Atim.
Detalles: ¿por qué el policía decidió grabar la conversación con el imputado?
El cabo Matías Luna fue uno de los testigos estrella en el juicio en contra de Miguel “Miguelón” Figueroa por “La masacre de La Porotiada”. El cabo relató que él formaba parte de un equipo de la División Homicidios que se encargaba de buscar prófugos. Dijo que le había llegado la versión de que Jimena Fernández, la ex pareja del imputado que ya estaba detenida por el crimen de Ramiro Ledesma, quería entregar al acusado.
“Fui hasta la carnicería que tiene una hermana de la acusada para preguntarle si era cierto. Me dijeron que ellos habían escuchado el mismo rumor y que le consultarían cuando la visitaran. Les dejé mi número de celular”, declaró. El policía también confirmó que horas después, “Miguelón”, con tono amenazante, lo llamó para preguntarle por qué estaba buscándolo. “Quedamos en que volveríamos a hablar más tarde. La segunda llamada decidí grabarla porque pensé que sería útil. Para ello hablé con altavoz y le pedí a un compañero que la grabara con su celular”, explicó. Luna fue a la fiscalía que conduce Ignacio López Bustos, que investigaba el crimen de Ledesma, y le presentó el audio. “Recuerdo que no quiso declarar porque tenía temor a que ‘Miguelón’ le hiciera algo a su familia o que intentara perjudicar en su carrera policial. Por eso labramos un acta”, explicó una fuente judicial. López Bustos, al analizar la grabación, la compartió con su par Carlos Sale, que estaba al frente de la investigación de “La masacre de la Porotiada”. En esta unidad fiscal, por la importancia de la evidencia, Luna sí tuvo que declarar. Sus dichos fueron reproducidos en la audiencia, ya que el efectivo tuvo varios olvidos frente al tribunal. “Aquí hemos visto a un policía que no podía hablar por el miedo que le tenía al acusado”, remarcó el fiscal en el juicio.